miércoles, 13 de abril de 2011

Para el tecer mundo.


Dejo mi esposa,

mis dos hijos,

mis padres y mis amigos.


Dejo mi pueblo,

y mi cultura .

De regresar a los míos

y vivir como Dios quiere que viva todo ser humano.


Si es pobre se le condena
A comer un mendrugo
Pero mira tú qué pena
¡Es víctima, no verdugo!



Amor y cariño para quien

lo necesita.

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