mis dos hijos,
mis padres y mis amigos.
Dejo mi pueblo,
y mi cultura .
De regresar a los míos
y vivir como Dios quiere que viva todo ser humano.
Si es pobre se le condena
A comer un mendrugo
Pero mira tú qué pena
¡Es víctima, no verdugo!
Amor y cariño para quien
lo necesita.
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